La Ruta Final de Rosita En su moto rugiente y veloz, Rosita, sin freno, partió, Buscaba aventuras con gran gozo, Mientras la Huesuda su pista siguió. Quería explorar todos los rincones, Rodando rutas mágicas sin par, Recorrer pueblos mágicos, ¡a montones!, Con ansias de viajes y de soñar. Pero la Catrina, muy celosa y lista, Esperó a Rosita en un camino rural, “No hay rutas mágicas ni paisajes a la vista, Tu último viaje es ya un plan fatal.” Rosita sonrió, sin ningún temor, “La vida en la moto fue puro fulgor, Me llevas, Catrina, mas con gran honor, ¡Me muero rodando, que es lo mejor!” Y así se marchó, sin pena ni lamento, Dejó sus motos y el asfalto atrás, Rosita ahora emprende un nuevo trayecto, Y explora el panteón con humor y solaz.
