Calaverita del Motociclista Difunto En RRM se oyó un rugido perdido, era la muerte en moto que habia venido. “Esperanza” brillaba, duéña de toda presencia Con casco reluciente y guàntes bien puestos, la calaca rodaba sin temores ni pretextos. Cempasűchil colgaba del firme manillar, y el pàpel picado danzaba sin parar, Altares y velas saludó al pasar, pues la flaca en dos ruedas venia a celebrar: Un Copiloto la vio y se emoccionó: ¡Subeme, Esperanza, que al panteón voy yo! Y entre risas, pan y canción, rodaron unidos en la procésion.





