Rodeado de bosques y maravillas naturales, este Pueblo Mágico regala momentos de tranquilidad y encanto. El pueblo entero parece suspendido en el tiempo, con sus edificios de adobe y techos de teja. Contagia con su ambiente a todos los visitantes, ofreciendo diversidad en atractivos naturales, deliciosa gastronomía, textiles artesanales y mucho más. A su alrededor se yerguen imponentes los montes y, en ocasiones, la neblina cubre sus calles llenando de una magia especial el pueblo.





