La catrina, muy coqueta, Vio a Octavio y a Rousse rodar, Iban felices en su moto, A su eterna mansión a viajar. La catrina, muy velozal panteón se las llevó, por andar en un viaje en moto ¡su destino de golpe llegó! Rousse gritó: ¡Que sorpresa! Octavio dijo con dolor:, “Hasta en la otra vida flaca, nos persigue tu amor”.





