A la urbe de los dos pueblos, el de San Pedro y San Andrés, la acompaña el volcán Popocatépetl. Como queriendo alcanzar a ese gigante nevado, se eleva el Santuario de Nuestra Señora de los Remedios, la iglesia de cúpulas cubiertas de azulejos que los españoles edificaron en el siglo XVI. La colocaron justo encima de la Gran Pirámide, el basamento que más parece cerro que sitio arqueológico. Debajo van y vienen los días, la gente, la vida.





