Regalar un peluche que para un adulto puede ser insignificante pero aún niño lo hace feliz. Con autorización de la mamá me permitió subirla a la moto y tomarle una foto. Sigamos Dibujando sonrisas en los rostros de los niños Compartir Navegación de entradas « Publicacion anteriorLotería RRMPublicacion siguienteNevado de Toluca »