A la distancia se mira un pueblo agricultor y ganadero pero los fuertes lazos con las antiguas culturas mesoamericanas son los que han definido su actividad artesanal, esa que ha hecho de este lugar la Capital mundial del rebozo. Solo un día basta para entender el gran cariño con la que esta prenda abraza a sus habitantes para quienes tejerlo se ha vuelto todo un arte.





